martes, 16 de junio de 2009

ANCIANOS MALTRATADOS

Las declaraciones de la titular de la Clínica de Geriatría del Instituto de Nutrición, Sara Aguilar, me pusieron en que pensar y es que admitir que en nuestro país 16 de cada 100 ancianos son víctimas de maltrato físico o psíquico, es alarmante. Generalmente el ser humano después de haber luchado toda una vida por los suyos, una vez que el paso del tiempo detiene su juventud, para darle paso a la vejez, empieza a estorbar y ya no saben donde arrinconarlo. En ocasiones le dan un pequeño cuartito o espacio, en donde los olores causados por su cuerpo, no invadan el área principal de la casa.Sus familiares detestan hacer el aseo del abuelito y hay días en que no hacen la limpieza.dejando en el abandono al viejito de la casa. Algunos son enviados a un asilo en donde son parcialmente abandonados, ya que las visitas se van espaciando conforme pasa el tiempo, y en días tan especiales como el día del padre, el "viejo" desde que amanece tiende su mirada al horizonte esperando la llegada de sus hijos o de sus nietos, pero las horas pasan y el anciano tratando de justificarlos, piensa que tal vez el trabajo o determinada circunstancia se interpuso y asi dan las diez de la noche y con lágrimas en sus cansados ojos murmura:" porqué habrán inventado el día del padre"...Decía Oscar Wilde que la juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo, y por mi parte yo ya me empiezo a sentir curado, pues el invierno plateado hace acto de presencia en mi existencia, para dejar atrás la primavera de mis veinte años y el candente verano de mi pasión y no me quejo,en cosas de quereres y amores, me fue muy bien, siempre acompañado de mi vieja guitarra e inmerso en la sinfonía poética para cantarle a la belleza de la mujer. Mientras tanto, aquellos que lleguen a leer esta columna, piensen que tener un abuelito en casa o un padre cuyo paso ya es más lento por el peso de los años, es la maravillosa oportunidad de derrochar nuestro amor, cariño y ternura, a quienes solo esperan un poquito de atención en los últimos días de sus existencias.

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