Fernando Chagoya C.
Bienvenida la Juguera en el Chote, puerta de entrada a la sierra del totonacapan, y es que con la instalación de dicha empresa, los citricultores saldrán beneficiados, ya que sus cosechas irán a parar al centro de al macenamiento de la juguera, con el fin de ser procesados y en diversas presentaciones, hacerlos llegar a los consumidores. Cuando los precios se desploman, los citricultores pasan las de caín y sufren graves pérdidas económicas. En ocasiones tienen que dar la reja de limón a solo 20 pesos, y en otras alternativas, ofrecen el litro de jugo de naranja a solo cinco pesos, con tal de que se recupere algo de lo invertido. Una juguera será una certera respuesta para el desempleo, ya que la empresa tendrá que hacer contratación de personal, y los jefes de familia y los que no lo son, tendrán un salario seguro, para enfrentarse a la crisis galopante que anda por las llanuras de la economía. Señor gobernador, gracias por esa decisión que habrá de beneficiar a los hombres del campo citrícola y a quienes obtengan un trabajo, esto es mejor, ya que instalando empresas que ofrezcan trabajo, se puede mejorar la situación económica de los veracruzanos. Los famosos proyectos productivos, nos estamos dando cuenta que son el medio por el cual los pseudo lideres, logran grandes ganancias, ya que al recibir esos recursos, ellos obtienen fuertes cantidades que las dizques cooperativas, creadas al vapor, les dan como premio a sus gestiones, y más cuando son a fondo perdido. Yo recuerdo que en una ocasión un empleado de oficina, me contó que había salido beneficiado con un proyecto de milpa y me comentó que aceptó el dinero por necesidad, pero que carece de parcela para sembrar la milpa, eso sí, tuvo que mocharse con el pseudo lider, por eso estamos como estamos, asi es que señor gobernador,el proyecto de una juguera, es más saludable y hay que ubicar mas empresas que generen empleos, ese es el camino para que las familias veracruzanas, estén económicamente mejor.
A QUIEN BENEFICIAN LAS ELECCIONES?
El panorama de las elecciones para el próximo cinco de julio, se ve desolador, y es que la clase política ha perdido credibilidad ante la evidencia de los hechos.Los suspirantes aseguran, juran y perjuran, que en caso de llegar, habrán de luchar por la ciudadanía, y el caso es que a los pocos meses, vemos que sí lucharon, pero por ellos, pues gracias al triunfo electoral, andan en flamantes camionetas, compran residencias, ranchos y aumenta la cuenta bancaria, y esto es producto de los fuertes ingresos que perciben como legisladores. Mientras que un trabajador que gana apenas el salario mínimo, logra al mes mil quienientos y fracción, los diputados ganan de tres a cuatro mil pesos DIARIOS, leyó bien, y esto es una burla a la clase trabajadora que votó por ellos.Por eso los ciudadanos ya no quieren votar, ¿ para qué?, si siguen en las mismas condiciones, el gas, el teléfono, la luz, el agua, todo se encarece, y de los productos básicos, mejor ni hablar, asi es que el cinco de julio, solo un milagro podrá vencer al fantasma del abstencionismo.
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